.
Extracto del relato
Lo peor que existe en el fútbol son las lesiones y, por suerte o por desgracia, he sufrido unas cuantas. Hubo una en concreto que pensé que directamente me iba a obligar a retirarme. Pasé muchos días recuperando. Trabajando mañana y tarde con mi fisio Juanjo Brau, pero sin encontrar solución.
(…)
Un día hablando con Juanjo me dijo que había pensado que sería bueno cambiar de escenario para seguir con la recuperación. Me pareció una buena idea. Le dije que me gustaría ir a Ibiza. Él no lo veía muy claro porque mucha gente relaciona Ibiza con fiesta pero por suerte le convencí. Nos fuimos con mi hermano y mi mejor amigo y seguimos entrenando allí mañana y tarde hasta que las cosas parecía que iban mejorando y decidimos que era el momento de empezar a correr: la prueba de fuego.
Fuimos a una zona que yo conocía cerca de la playa de Ses Salines. Conseguí hacer toda la sesión completa sin dolor. Por fin descubrí que podía seguir compitiendo al máximo nivel. Al terminar aquel entrenamiento estaba tan feliz como cuando ganas un título.